En México, el Instituto de Salud Mental del Estado de México ha reportado una preocupante estadística: el 75 % de la población económicamente activa sufre de fatiga debido al estrés laboral. Esta cifra refleja un problema que afecta no solo la salud del trabajador, sino también la productividad y el clima organizacional en general.
Este artículo tiene como objetivo explorar los riesgos psicosociales más comunes en el ámbito laboral, cómo identificarlos a tiempo y las estrategias más efectivas para prevenirlos.
¿Qué son los riesgos psicosociales en el trabajo?
Los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo son factores o condiciones que pueden afectar negativamente la salud laboral, mental y emocional de los empleados, derivando en estrés, ansiedad, agotamiento o trastornos más graves.
Estos riesgos surgen de la interacción entre las demandas laborales, el ambiente de trabajo, las relaciones interpersonales y la organización en general. Y cuando no se abordan adecuadamente, no solo afectan la salud mental, sino también el bienestar físico de los trabajadores.
La Norma Oficial Mexicana NOM-035 establece directrices claras para la prevención de riesgos laborales, contribuyendo a mejorar la calidad de vida en el entorno laboral. Además, fomenta la aplicación de buenas prácticas que promuevan un ambiente saludable y productivo.
¿Cuáles son los principales riesgos psicosociales en una empresa?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han destacado varios factores clave que contribuyen a estos riesgos que, si no se gestionan adecuadamente, pueden tener consecuencias graves tanto para los empleados como para la productividad organizacional.
Entre los principales riesgos físicos y psicosociales se encuentra el acoso laboral o mobbing, una situación en la que un trabajador es objeto de agresiones físicas o psicológicas repetidas, que pueden ser verbales, sociales o profesionales.
Otro riesgo importante es la carga de trabajo desmedida, que ocurre cuando las expectativas organizacionales superan la capacidad de los trabajadores para cumplir con sus responsabilidades de manera saludable.
Factores de riesgo psicosocial en el trabajo
Los riesgos psicosociales pueden originar estrés laboral, burnout (síndromes de agotamiento profesional), depresión y otros trastornos psicológicos.
Estos factores se dividen en varias categorías, que incluyen la organización del trabajo, las características del puesto, las relaciones interpersonales, el medio ambiente y las condiciones de trabajo, así como factores externos que pueden influir en el bienestar de los empleados.
Estos elementos, si no se gestionan adecuadamente, pueden contribuir al absentismo laboral, afectando la productividad y el clima del entorno organizacional.
Organización del trabajo
La forma en que una empresa organiza sus actividades laborales puede ser un factor determinante para el bienestar de los trabajadores. Entre los riesgos psicosociales más relevantes en esta categoría se encuentran:
- Carga de trabajo excesiva: cuando los empleados tienen más tareas de las que pueden manejar dentro de su jornada laboral, esto genera una presión constante que puede resultar en agotamiento (burnout) y estrés crónico.
- Ritmo de trabajo acelerado: un ritmo de trabajo excesivamente rápido y demandante puede llevar a la fatiga, el estrés y la ansiedad. La presión por cumplir plazos a veces irreales puede aumentar el riesgo de sufrir trastornos relacionados con el estrés laboral.
- Horarios irregulares: los turnos rotativos o los horarios nocturnos pueden afectar los ritmos biológicos del cuerpo, lo que puede llevar a problemas de salud como trastornos del sueño, fatiga extrema, e incluso problemas psicológicos como la depresión.
- Inseguridad contractual: la falta de estabilidad laboral, como contratos temporales o la ausencia de una clara proyección de carrera dentro de la empresa, puede generar ansiedad y estrés, afectando la salud emocional de los trabajadores.
Características del puesto de trabajo
Las condiciones asociadas directamente al puesto que un empleado ocupa también juegan un papel importante en su salud psicosocial:
- Falta de autonomía: la imposibilidad de tomar decisiones propias sobre las tareas o el enfoque del trabajo puede hacer que los empleados se sientan impotentes y desmotivados. La falta de control sobre el propio trabajo es uno de los factores más comunes que contribuyen al estrés.
- Falta de claridad de rol: la ambigüedad en las responsabilidades y expectativas laborales puede generar confusión, frustración y ansiedad. Cuando los empleados no saben qué se espera de ellos o tienen múltiples tareas sin una jerarquía clara, el estrés y la insatisfacción aumentan.
- Tareas monótonas o repetitivas: las actividades rutinarias y carentes de desafío pueden conducir a la desmotivación, la fatiga mental e incluso la depresión. La falta de variedad en el trabajo puede hacer que los empleados pierdan el sentido de propósito y compromiso con la organización.
Relaciones interpersonales
Las interacciones entre compañeros, supervisores y empleados son clave para el bienestar psicosocial en el trabajo. Los factores que afectan negativamente estas relaciones incluyen:
- Violencia y acoso laboral: el acoso laboral, tanto físico como psicológico, crea un ambiente de intimidación y humillación que tiene un impacto devastador en la salud mental de las víctimas. Las situaciones de violencia laboral generan un clima hostil que puede provocar trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático.
- Conflictos con compañeros o superiores: los desacuerdos o el maltrato pueden generar tensiones que afectan tanto el rendimiento como la salud emocional de los involucrados. La falta de resolución efectiva de conflictos puede perpetuar estos problemas, creando un ambiente de trabajo tóxico.
- Falta de apoyo social: la carencia de apoyo por parte de colegas o superiores ante situaciones difíciles en el trabajo puede llevar a un aislamiento emocional. La ausencia de redes de apoyo contribuye a la sensación de vulnerabilidad y aumenta los riesgos de estrés y agotamiento.
Entorno físico y condiciones de trabajo
El entorno físico en el que se desarrolla el trabajo también puede influir en la salud psicosocial de los empleados:
- Espacios con ergonomía deficiente: un entorno de trabajo mal diseñado, con muebles inadecuados o estaciones de trabajo mal adaptadas, puede generar incomodidad física, dolores musculares o lesiones. Estos problemas físicos, a su vez, pueden contribuir a un aumento del estrés y la ansiedad.
- Ambiente laboral hostil: las condiciones de trabajo poco saludables, como la exposición a ruidos molestos, temperaturas extremas o una mala ventilación, pueden generar incomodidad, estrés y fatiga. Un entorno de trabajo negativo también puede afectar la concentración y el estado de ánimo de los trabajadores.
Otros factores psicosociales externos
Además de los factores internos de la empresa, existen situaciones externas que también pueden afectar la salud mental de los empleados:
- Impacto de las nuevas tecnologías: la digitalización o la automatización pueden generar incertidumbre, miedo a la obsolescencia o la sensación de estar sobrecargado por las demandas tecnológicas. Esto puede producir estrés, ansiedad y una presión adicional sobre los trabajadores.
- Cambios y reestructuraciones organizacionales: las reestructuraciones frecuentes, fusiones o cambios en la estructura organizacional pueden generar un clima de incertidumbre y estrés. La falta de información clara y el temor a perder el empleo pueden incrementar los niveles de ansiedad y afectar la moral de los trabajadores.
11 medidas de prevención de riesgos psicosociales
En México, la NOM 035 obliga a los centros de trabajo a identificar, evaluar y prevenir los riesgos psicosociales que afectan el bienestar y la salud de los trabajadores.
A continuación, se presentan 11 medidas preventivas para reducir y manejar los riesgos psicosociales en el trabajo:
- Evaluación de riesgos psicosociales: realizar cuestionarios de riesgo psicosocial para identificar factores que puedan afectar la salud mental de los trabajadores. Esto permite detectar de manera temprana la sobrecarga laboral, el acoso o la falta de apoyo.
- Monitorear la carga y ritmo de trabajo: es fundamental revisar y ajustar regularmente la carga de trabajo y el ritmo de las tareas. De esta manera, se evitan situaciones de estrés crónico o agotamiento.
- Promover un ambiente de trabajo saludable: crear canales de comunicación efectivos y seguros para que los trabajadores puedan expresar sus inquietudes, sugerencias o problemas sin temor a represalias.
- Establecer un ambiente de respeto: implementar políticas contra la violencia laboral y el acoso sexual en todas sus formas. Esto debe incluir no solo la prevención de acoso físico o verbal, sino también de conductas sutiles como el acoso psicológico o emocional.
- Apoyo social y trabajo en equipo: promover relaciones interpersonales saludables mediante el fomento del trabajo en equipo y la cooperación entre compañeros.
- Mejorar la organización del trabajo: ajustar horarios y carga de trabajo para evitar sobrecargar a los empleados, incluyendo la distribución equilibrada de tareas, la asignación de tiempos adecuados para descansos y la flexibilidad en los horarios.
- Apoyar el equilibrio trabajo-familia: implementar políticas que favorezcan la conciliación de la vida laboral y personal, como permisos familiares, horarios flexibles o la posibilidad de trabajar desde casa.
- Incrementar la autonomía: brindar a los empleados la posibilidad de participar en la toma de decisiones relacionadas con su trabajo. Aumentar la autonomía permite que los trabajadores se sientan más responsables y comprometidos con su desempeño.
- Respetar los límites fuera del horario laboral: establecer una política de desconexión digital que garantice que los empleados no sean contactados fuera de su horario tiempo de trabajo. Esto previene el agotamiento derivado de la disponibilidad constante y protege el tiempo personal y familiar.
- Fomentar el bienestar psicológico y físico: ofrecer servicios de apoyo psicológico como los de minu para aquellos empleados que necesiten ayuda con el estrés laboral, la ansiedad o problemas de salud mental.
Establecer políticas de bienestar integral: desarrollar políticas de bienestar que consideren tanto la salud física como mental de los empleados. Estas políticas deben incluir aspectos como la prevención de riesgos psicosociales, la promoción de hábitos saludables y el acceso a servicios de apoyo en situaciones críticas.
La correcta gestión de los riesgos psicosociales es esencial para garantizar la salud y el bienestar de los empleados, y cumplir con las normativas laborales, como la NOM-035-STPS, que exige a las empresas identificar, prevenir y mitigar los factores de riesgo que pueden afectar el bienestar psicológico de los trabajadores.
minu se presenta como una solución integral para ayudar a las empresas a cumplir con los requisitos de la norma, ofreciendo un servicio de telemedicina que facilita el acceso a atención psicológica de alta calidad.
A través de su plataforma, los empleados pueden acceder a psicólogos en línea, recibir orientación profesional sobre manejo de estrés, ansiedad y otros problemas relacionados con la salud mental, y agendar citas de seguimiento para garantizar el acompañamiento necesario.
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